"(…)Tal como lo sentía lo decía. Mi pinche muñeco está vivo. A veces ha intentado fugarse. A veces me ha intentado matar. Pero sus manitos son muy débiles para sostener una pistola o un cuchillo. Y ya no digamos para estrangularme. Cuando Reinaldo le dijo (…) que en muchas películas de ventrílocuos ocurría lo mismo, es decir que el muñeco se revelaba contra el artista, el ventrílocuo de Guaymas, con la voz rota del ser infinitamente incomprendido, contestó que ya lo sabía, que había visto esas películas y probablemente muchas más que ni Reinaldo (había visto), y que a la única conclusión a la que había llegado era que si había tantas películas se debía a que la rebelión de los muñecos de los ventrílocuos estaba mucho más generalizada, a estas alturas extendida por el mundo entero, de lo que él al principio creía."
miércoles, 24 de febrero de 2010
Amén
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