Considerada por el mismo maestro John Cage como una de sus obras más importantes, “4 minutos y 33 segundos” es sin duda una composición fundamental de la música contemporánea, que demostró que las murallas del arte pueden ser fácilmente franqueadas con un poco de imaginación. Obra donde el genio y la técnica dan como resultado una experiencia sonora inigualable.
En lo personal, pocas piezas logran conmoverme de forma tan profunda y mejorar mi humor de manera tan considerable. Siempre que la disfruto me es inevitable pensar que si la mitad de los músicos populares de este mundo la aprendiesen a interpretar, el planeta sería razonablemente más habitable.
Aquí la presento en su versión larga para orquesta.
(Dedicada a todos aquellos conocidos que alguna vez me han hecho desear verlos interpretarla para mí):
PD.
Un éxito en cualquier fiesta.
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