sábado, 10 de diciembre de 2011

Amén

Tal vez sea así como se crean todas las figuras religiosas: sus amigos se jactan de él, lo van haciendo más y más enorme, para poder follar con el cuento. Ya se imaginan ustedes a San Pedro en un bar diciéndole a una chica guapa: “sí, yo era de la pandilla de Jesucristo. El y yo éramos inseparables…”

En "Rant: La vida de un asesino"
De Chuck Palahniuk

No hay comentarios: